El Ghosting una nueva tendencia mundial

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Mauricio Reyes

3/1/20252 min read

El Ghosting proviene de la palabra en inglés ghost (“fantasma”), haciendo alusión a “hacerse el fantasma”. En el ámbito psicológico, se manifiesta cuando una relación o comunicación se finaliza de forma abrupta, sin previo aviso ni explicación. Esto implica una ruptura inesperada, casi siempre en relaciones íntimas, que suspende toda comunicación y contacto con la otra persona, causando con frecuencia confusión, tristeza y enfado en quien es abandonado. La persona afectada puede sentirse indeseada, insegura y rechazada. En estos casos, es recomendable buscar apoyo de otras personas o, si es necesario, ayuda psicológica.

Un ejemplo típico es cuando conoces a alguien, intercambias números, comienzan a profundizar en la relación y todo parece ir “viento en popa”. De repente… silencio total. A grandes rasgos, esto describe el ghosting, un fenómeno cada vez más común.

En 2015, la BBC (British Broadcasting Corporation) tituló mundialmente que el ghosting era “la cruel manera de acabar con las relaciones en la era digital”. En un mundo hiperconectado, donde basta un clic para comunicarnos con cualquier persona en el planeta, esta revolución tecnológica también ha modificado la forma en que interactuamos, generando nuevas problemáticas en las relaciones interpersonales. Este tipo de conductas reducen los vínculos humanos a simples relaciones de “consumo” y evidencian su fragilidad, fomentando la falta de empatía, la inseguridad emocional y la evitación de la confrontación.

En ocasiones, las relaciones se rigen por condiciones mutuas, como respetar el espacio, la forma de pensar y actuar de la pareja. Cuando estas condiciones se rompen repetidamente, surgen conflictos y rechazos. Por ejemplo, si una persona es excesivamente celosa, vigila sin motivo las actividades de la otra, traspasa la línea de confianza y mantiene conductas indebidas de manera reiterada, la otra parte puede optar por el ghosting como una forma de escapar de una relación que causa daño emocional.

El ICBF, en su artículo “El Ghosting: las rupturas en la era del amor líquido”, advierte que normalizar esta conducta refuerza la despersonalización de las relaciones, fomentando la incertidumbre y el distanciamiento afectivo. Por eso, es importante reflexionar si en algún momento hemos incurrido en esta práctica y procurar construir vínculos sanos, estables y duraderos, lejos de un “amor a precio de factura” que termina causando daño afectivo.